martes, 27 de marzo de 2018

Un recuerdo

Ahora que días y horas nos separan,
que hay que llenar vacíos de la ausencia con recuerdos,
o con la vida misma de cada día,
para que en el fondo oscuro no desborde y anegue la esperanza.

Tengo que hacerte en mi,
construirte a base de recuerdos,
recordar tu sonrisa o el color de tu pelo,
tus palabras, la forma de tu boca,
como era tu alegría y tu tristeza,
tu manera de andar o como me llamabas.

Y así de nuevo... en mi memoria naces.





Loa al vino

¿Por qué vendes tu vino mercader?
¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?
¿Dinero? ¿Poder? ¿Pues no eres el dueño del mundo
cuando tienes en tus manos una copa?
¿Riqueza? ¿Hay alguien más rico que tú,
que en tu copa tienes oro,
rubíes, perlas y sueños?
¿Amor? ¿No sientes arder la sangre
en tus venas cuando la copa besa tus labios?
¿No son los besos del vino tan dulces como
los más ardorosos de la huri?
Pues si todo lo tienes en el vino, dime
mercader, ¿por qué lo vendes?



Poeta, porque haciendo llegar a todos
mi vino, doy poder, riquezas, sueños y amor;
porque cuando estrechas en tus brazos a la
amada me recuerdas; porque cuando quieres
desear felicidad al amigo, levantas tu copa;
porque Dios cuando bendijo el agua
la transformó en vino, y porque cuando bendijo
el vino se transformó en sangre...
Si te ofrezco mi vino..., poeta,
¡No me llames mercader!


Omar Khayyam (1048-1122

viernes, 9 de marzo de 2018

Si para recobrar,,,


Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.


Francisco Luis Bernárdez