Y la gente se quedó en casa.
Y leyó libros, y escuchó, y descansó, e hizo ejercicio, y arte,
y jugó y aprendió nuevas formas de ser, y se estuvo quieta.
Y escuchó más profundamente.
Algunos meditaban, algunos rezaban, algunos bailaban.
Algunos se encontraron con sus sombras.
Y comenzaron a pensar de manera diferente.
Y sanaron.
Y, en ausencia de personas que vivían en la ignorancia, peligrosas, sin sentido y sin corazón, la tierra comenzó a sanar.
Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lloraron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron con nuevas imágenes y crearon nuevas formas de vivir y sanar la tierra por completo, ya que habían sido curadas.
Kitty O'Meara