jueves, 12 de junio de 2025

La fábula del tigre y la fresa

Una meditación entre el miedo y la belleza

Un hombre huye de un tigre. Corre por su vida hasta llegar al borde de un precipicio. Allí, se sujeta de una rama para no caer. Abajo, otro tigre lo espera. Arriba, el primero sigue acechando.

Dos ratones —uno blanco, otro negro— empiezan a roer la rama. En medio de su miedo, el hombre ve una fresa roja y brillante. La arranca… y la saborea.
¡Qué dulce sabía!

¿Qué nos enseña esta historia?

La vida está llena de incertidumbre.

  • El tigre de arriba es nuestro pasado: lo que no podemos cambiar.
  • El tigre de abajo es nuestro futuro: inevitable e incierto.
  • Los ratones, el tiempo: día y noche, que desgastan nuestra existencia.

Y la fresa… es el ahora. Lo único que realmente tenemos.







Una lección budista

El sufrimiento nace del apego. El miedo a perder, a caer, a morir.
Pero si aceptamos la impermanencia de todo, encontramos paz en el presente.



La fresa es una puerta al despertar.
Saborearla no es ignorar la realidad, es abrazarla por completo.


 Una lección estoica

No podemos controlar los tigres ni detener a los ratones.
Pero sí podemos controlar cómo vivimos este momento.
La fresa no es una distracción, es una oportunidad:
para actuar con virtud, para agradecer, para vivir con coraje.


💬 Reflexiona:

  • ¿Estás huyendo de algo que ya pasó?
  • ¿Estás paralizado por algo que aún no ocurre?
  • ¿Estás dejando pasar las fresas que tienes frente a ti?

🌿 Recuerda esto:

La fresa es efímera. Pero si la saboreas con atención, puede volverse eterna.