domingo, 22 de enero de 2017

Victor Jara

Victor Jara

Aquel 16 de septiembre de 1973 Víctor Jara no murió, sólo le cortaron las manos y ya no puede tocar su guitarra. Su voz sigue intacta.


¡Qué cobarde es la violencia!
¡Qué estúpida su sinrazón,
su sinsentido, su inclemencia!

No importa cuán duro sea el golpe,
cuan fuerte el yugo de la inicua opresión;
el silencio jamás se adueñará de las voces
que cantan, que proclaman, que gritan ¡Liberación!

Y ahí, donde la bala derribó al gigante,
al pequeño, al obrero, al cantautor;
allí donde todavía hoy borbotea esa sangre
las manos cortadas de Víctor y su canción,
allí en el Chile querido hoy se hace grande
el recuerdo, la memoria de un profeta y su voz.



Manifiesto

Yo no canto por cantar 
ni por tener buena voz, 
canto porque la guitarra 
tiene sentido y razón. 

Tiene corazón de tierra 
y alas de palomita, 
es como el agua bendita 
santigua glorias y penas. 

Aquí se encajó mi canto 
como dijera Violeta 
guitarra trabajadora 
con olor a primavera. 

Que no es guitarra de ricos 
ni cosa que se parezca 
mi canto es de los andamios 
para alcanzar las estrellas, 
que el canto tiene sentido 
cuando palpita en las venas 
del que morirá cantando 
las verdades verdaderas, 
no las lisonjas fugaces 
ni las famas extranjeras 
sino el canto de una lonja 
hasta el fondo de la tierra. 



Poema de Fidel Hernandez 

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz;
canto porque Víctor Jara
tuvo sentido y razón.

Fue su guitarra amiga
corazón de su pueblo
y sus llagas las heridas.
Hoy también yo lo recuerdo.

Levántate hermano,
mira tu Chile muriendo
a manos de un tirano
¡Cómo lo estoy presintiendo!

Amanda sigue llorando
su muerte en Santiago,
a pesar de los años
su viudez ha conservado.

Sus palabras de acero
por el mundo van viajando
y como poeta chileno
todo el mundo le ha cantado.

Desalambrando la tierra
ayudaba al labrador.
Su muerte fue la entrega
como la de otros en Puerto Montt.

Herminia de la Victoria
era su población…
Su voz, como de alondra,
todas las mañanas desgarró.