viernes, 12 de septiembre de 2025

Nota curiosa

Dos peces jóvenes van nadando por una pecera cuando de pronto se cruzan con uno mas viejo que le saluda con las aletas y les comenta educadamente:
"Buenos días, chicos. ¿Qué tal está hoy el agua?"
Los dos peces jóvenes le devuelven el saludo al pez más viejo con un simple gesto y continuan su camino rato más en silencio hasta que uno de ellos se vuelve hacia el otro y le pregunta:


 "Tío, ¿Que demonios es el agua?”




Así comenzaba el discurso que David Foster dirigió a los graduados de

Kenyon College (Ohio).

Un pequeño cuento moraleja con la que pretendía llamar la atención

sobre

el hecho de que -en la vida- las realidades más obvias y elementales 

son a menudo las más difíciles de percibir.






Despues de todo

Le pregunté a una persona que ha cruzado los 60 años y se dirige a los 70, ¿Qué tipo de cambio está sintiendo? Y me envió las siguientes líneas muy interesantes que me gustaría compartir con todos vostros:


1➖Después de amar a mis padres, mis hermanos, mi esposa, mis hijos, mis amigos, ahora he comenzado a amarme a mí mismo.

2 ➖ Me acabo de dar cuenta que no soy "Atlas". El mundo no descansa sobre mis hombros.

3➖Ahora dejé de negociar con vendedores de frutas y verduras. Después de todo, unos pocos euros no van a hacer un agujero en mi bolsillo, pero podrían ayudar al pobre hombre a ahorrar para las cuotas escolares de su hijo.

4➖Pago al taxista sin esperar el cambio. El dinero extra podría traer una sonrisa a su rostro. Después de todo él está trabajando mucho más duro que yo.

5➖Dejé de decirles a los ancianos que ya han narrado esa historia muchas veces. Después de todo esa historia los hace regresar por el camino de su memoria y revivir el pasado.

6➖He aprendido a no corregir a las personas, hasta cuando sé que están equivocadas. Después de todo, la responsabilidad de que todos sean perfectos no está en mis manos. La paz es más preciosa que la perfección.

7➖ Doy elogios libre y generosamente. Después de todo, mejora el estado de ánimo no sólo para el receptor, sino también para mi.

8➖He aprendido a no molestarme por una mancha en mi ropa. Después de todo la personalidad habla más que las apariencias.

9➖Me alejo de las personas que no me valoran. Después de todo puede que no sepan mi valía, pero yo sí.

10➖Estoy aprendiendo a no sentir vergüenza por mis emociones. Después de todo son mis emociones las que me hacen humano.

11➖He aprendido a que es mejor dejar caer el ego que romper una relación. Después de todo mi ego me mantendrá distante, mientras que con las relaciones nunca estaré solo.

12➖He aprendido a vivir cada día como si fuera el último. Después de todo, sí podría ser el último.

13➖Estoy haciendo lo que me hace feliz. Después de todo soy responsable de mi felicidad y me la debo.

14➖He aprendido a valorar a mis amigos, porque cada día los estoy perdiendo, no porque me enemiste con ellos, sino porque se me adelantaron a la vida eterna.

15➖Valoro todo lo que tengo, más que lo que anhelo, porque lo que tengo es mío: Mi vida, mi familia y mis amigos.


jueves, 11 de septiembre de 2025

Cuando dices

Cuando dices

 "NO PUEDO" 

tu cerebro se detiene. 




Pero cuando dices

 ¿CÓMO LO HAGO?

 tu cerebro trabaja y encuentra la forma de lograr todo.







lunes, 28 de julio de 2025

Sabina

 

Tienes razón, nos faltaron unos postres, unos besos y el tiempo para sacarnos las telarañas de adentro y nos faltaron los brindis y nos sobraron los miedos.

Nos debemos una charla con el corazón abierto.



Muerto de miedo

Confieso mi terror al deterioro,

al cáncer, al olvido, a la vejez,

duelos que se maquillan por decoro,

dicen que por la boca muere el pez.

Me flaquean las piernas frente al toro

de la yihad y aunque, más de una vez,

he presumido de bajarme al moro,

me declaro culpable, señor juez.

Mientras las musas no me den la espalda

brindaré bajo un pliegue de tu falda

por Dylan, por Brassens, por José Alfredo.

Y seguiré cantando y blasfemando

contra todos los dioses, celebrando

las ganas de vivir, muerto de miedo



Cuerpo, corazón, deseo

El cuerpo tiene un ayer

que no se cura mañana,

nueve noches por semana

sin ganas de amanecer.


Laberintos del placer

cuando baja la persiana

del crepúsculo, Diana,

cazadora de vía estrecha,

clava su póstuma flecha,

en mi podrida manzana.


El corazón es un flan

que encoge con cada pena

y se inflama cuando suena

la flauta dulce de Pan.


Eva se va con Adán

porque el amor desenfrena

y, al calor de la verbena,

siempre aparece un muchacho

que le financia el gazpacho

después de la noche buena.


El deseo es un corcel

que la madurez embrida,

cuando el bajel de la vida

no acepta tratos con él.


No se trata de ser fiel

a la esposa malquerida

ni echar vinagre en la herida

de la loca juventud;

la pasión y la salud

pierden siempre la partida.